Capítulo 9: Un día de descanso

“Volví a mí. Y eso fue suficiente.”

Un retiro sin planear

El lunes fue un día distinto. Un descanso inesperado que terminó siendo un retiro personal.
Sin agenda, sin presión. Solo yo, escuchándome.
Me sentí cómoda conmigo misma. Reconocí mis gestos, mis emociones, mi forma de observar el universo.
Y algo dentro de mí se abrió, como si recordara que ya he estado en conexión antes, y que puedo volver a estarlo.

Lo que el cuerpo pidió

Ese día no hubo exigencia, solo tareas que me devolvían al cuerpo y al placer simple de estar viva:

  • Ir a la peluquería
  • Comprar ropa para mí
  • Ir a correr
  • Caminar por el río
  • Sentarme en el puente a ver el tren pasar, con una cerveza
  • Comer helado
  • Tomar café sin prisa
  • Hacer yoga
  • Bañarme con calma

Y lo más importante: Permitirme estar.

Reconocer lo que ha sido

Ese día entendí dos cosas importantes

  1. He estado sobreviviendo.
  2. No me he permitido simplemente ser.
He caminado cada día pensando en el segundo siguiente. Pidiendo respuestas. Queriendo entenderlo todo.

Me juzgué por sentir, por hablar mucho, por estar sensible, por no ser siempre concreta.
Pero también me di cuenta de que el amor, la ternura y hasta las distracciones me sostienen.
Y eso… también es valioso.

La niña y la adulta

Hoy me sentí pequeña.
Como una niña que interrumpe, que pregunta, que se siente vulnerable en su propio cuerpo.
Y entendí que esa niña necesita atención, escucha, helado…
A veces también flores.

Soy la adulta responsable de esa niña.
La que puede acompañarla, abrazarla, no forzarla a salir si no quiere.
Solo estar con ella. Conmigo.

Lo que deseo

No quiero pensar más en bienestar.
Quiero acompañarme, sin juicio.
Quiero soltar la exigencia de ser feliz todo el tiempo.
Solo para dejar que algo florezca sin presión.

Cierre

Hoy elijo rendirme a esta sabiduría lenta, intuitiva.
Elijo caminar con esta presencia amorosa,
aunque a veces me duela, aunque sea torpe, aunque se repita.

Gracias, Nowy Dwor Mazowiecki
Por inspirarme, por ser flor, por enseñarme que estar… también es avanzar.
Despacito. Como quien se vuelve a mirar con amor.


Si este relato te tocó, compártelo. Que otras voces también se levanten.

📣 Sígueme y acompaña esta historia migrante:

👉🏽 @sinvisaconvoz
👉🏽 @abogadadianamigrante

#SinVisaConVoz #HistoriaMigrante #VocesQueResisten #HistoriasQueSanan

 

Publicar un comentario

0 Comentarios